Silvina Ocampo


Alguien me pidió un cuento. Hay veces que un cuento sale naturalmente de mi máquina. Una máquina misteriosa que a veces se descompone, cuyas letras salen de su sitio. A veces una o se eleva como un globo entre las otras letras. A veces una a permanece porfiadamente en el mismo sitio, inamovible. Otras veces las frases se posan con facilidad sobre el papel, corresponden a una idea o a una sensación precisa, como si hubieran vivido en mi mente, como si hubieran nacido, prosperado en ella. Se impregnan del aire que respiro, de los diálogos que tuve. Antes de haber escrito ese cuento, cuyas frases acuden a mi mente con esmero, lo veo ya escrito, con letras nítidas, con muchas tachaduras tal vez. Otras veces lo busco asiduamente, desesperadamente. Se esconde en no sé qué laberinto del sueño de donde surge su primera frase, al principio indescifrable y luego clara como la palabra que aquí escribo... [...].

Fragmento de: Las repeticiones y otros cuentos inéditos, Silvina Ocampo. Lumen.

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